En la antesala de la negociación para definir el ajuste a las provincias en el Presupuesto 2019, un grupo de gobernadores peronistas se reunieron con referentes del justicialismo para abroquelarse frente a la Casa Rosada: quieren que el presidente Mauricio Macri los reciba de inmediato para definir las medidas para salir de la crisis. El mandatario tucumano, Juan Manzur -que ofició de vocero del encuentro-, justificó el pedido de audiencia porque se enteraron de las medidas del nuevo programa económico de Cambiemos por “la tele y la radio”. “Nos hubiera gustado participar. Hay que convocar a todos los actores. Los que estamos acá queremos sumar y ayudar para llevar tranquilidad a la población”, explicó Manzur en un alto del encuentro. Y sentenció: “le votamos todo y llegaron a esta situación de emergencia”. Manzur recordó que Macri había dicho que pasó los últimos peores cinco meses de su vida, “Pero el Presidente debió decir hace dos meses lo que pasaba y vamos todos; convocamos a todos los sectores, de los trabajadores, empresas, industrias, iglesias, gobernadores y representantes de los bloques. Nos dice ésta es la situación y, a través del diálogo, hacemos un gran acuerdo nacional”, indicó.
El mitin, realizado en el Consejo Federal de Inversiones (CFI), contó con los gobernadores Carlos Verna (La Pampa), Gildo Insfrán (Formosa), Lucía Corpacci (Catamarca), Rosana Bertone (Tierra del Fuego), Mariano Arcioni (Chubut), Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Alberto Rodríguez Saá (San Luis), Manzur y el vicegobernador de Chaco, Luis Capitanich. También dijeron presente Miguel Ángel Pichetto, jefe del bloque peronista en el Senado, y el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, acompañado por los diputados del sector Graciela Camaño y Diego Bossio. El brazo sindical del peronismo concurrió con representantes de la CGT, como Andrés Rodriguez (UPCN), Antonio Caló (metalúrgicos), Rodolfo Daer (alimentación) y Omar Maturano (ferroviarios).
Los mandatarios coincidieron en que el jefe de Estado debe ser quien llame al diálogo a los representantes de las provincias para lograr un gran acuerdo y se quejaron por haberse enterado de las nuevas medidas económicas a través de los medios de comunicación.
La pulseada de poder entre los gobernadores y la Casa Rosada se produce tras un fin de semana de crisis política macrista, que desembocó en la reestructuración del gabinete presidencial con la reducción del elenco de ministros a 10 carteras. “La gobernabilidad está garantizada. Vamos a acompañar la gobernabilidad, eso nadie lo discute”, agregó Manzur.
Pichetto insistió en que los gobernadores no pueden ser dejados de lado en la toma de decisiones. “No hemos apostado al fracaso del gobierno. La Casa Rosada tiene que convocar a los gobernadores, la situación (por la crisis) es institucional y los gobernadores son actores institucionales fundamentales”, explicó el cacique del PJ en el Congreso.
Por su parte, Massa, quien agradeció la invitación de los gobernadores a participar del encuentro, coincidió en la necesidad de que el jefe de Estado convoque a los mandatarios “a una mesa de trabajo para ver cómo cuidamos las economías regionales”. Los gobernadores y referentes peronistas del Congreso y del sindicalismo repetirán la reunión la semana que viene.
En Casa Rosada
En paralelo al encuentro del CFI, los ministros de Economía y de Hacienda provinciales se reunieron en Casa Rosada con el ministro de Interior, Rogelio Frigerio, para tratar el proyecto de Presupuesto, una de las principales preocupaciones del Ejecutivo.
“Seguimos trabajando en la negociación por el proyecto de ley de Presupuesto para alcanzar un consenso previo. Estamos en el final de ese proceso, el jueves (por mañana) nos vamos a volver a reunir y seguramente será el último encuentro antes de que Hacienda elabore el proyecto que será enviado al Congreso”, explicó Frigerio.
Los puntos de negociación no son sencillos: se ejecutarán $ 60.000 millones menos de obra pública y la Nación dejará de hacerse cargo de subsidios al transporte y de la tarifa social eléctrica. La meta del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, de déficit cero, se basará también con un recorte a los subsidios otorgados al transporte público y a la energía a las provincias. Para el año próximo Hacienda prevé gastar $ 312.000 millones, lo que representará un incremento de 4% respecto a este año. Sin embargo, en términos reales, considerando la inflación prevista para ese año -que rondaría el 25%-, significa entonces un recorte de partidas.
En el caso de Tucumán, si el Ejecutivo local debe hacerse cargo del 100% de la ayuda económica para sostener el precio de los boletos, implicaría un gasto de $ 170 millones mensuales, que reciben las empresas de transporte público que explotan 14 líneas urbanas y 56 interurbanas y rurales. En este esquema, los empresarios del sector ya adelantaron que, sin subsidios, el boleto debería costar $ 35 (actualmente la tarifa se encuentra en $ 12,50).
Frigerio aseguró que en la reunión se revisaron “todos los aspectos que tienen que ver con este replanteo del gasto” y recalcó que las provincias “están de acuerdo con que tienen que asumir un esfuerzo compartido con el Gobierno nacional”. Del encuentro participó el ministro de Economía tucumano Eduardo Garvich.
Situación social
Los ministros de Desarrollo Social de una decena de provincias peronistas también se reunieron ayer para advertir la delicada situación social. La Liga de Ministros de Desarrollo Social expresó en un documento que las medidas sociales para contener a los sectores más vulnerados son insuficientes.
“La política económica ha fracasado, hay que cambiar el rumbo”, expresó el tucumano Gabriel Yedlin, quien abrió el encuentro en Buenos Aires. Agregó que “los anuncios de ayer del Presidente han traído mas intranquilidad, los bonos de ayuda social que dice el gobierno que va a entregar, ya se lo gastó la gente porque tiene deudas en su barrio, en su pueblo”.